Recientemente en conferencia mañanera del presidente López Obrador a pregunta expresa de un periodista se hizo pública la intención del Gobierno Federal para la fusión del Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR) con el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
Lo anterior dentro de la convicción del presidente de disminuir organismos autónomos creados por los anteriores gobiernos.
Lo antes señalado no es un tema menor, porque de llevarse a cabo, implicaría realizar cambios legales y administrativos que pueden llevar algún tiempo en concretarse por el poder Legislativo.
Si bien los Derechos de Autor y la Propiedad Industrial forman parte en sentido amplio de la llamada Propiedad Intelectual en nuestro país y están relacionados con la protección de la creatividad humana, su protección, se ha llevado a cabo con leyes separadas la Ley Federal del Derecho de Autor y la Ley Federal para la Protección de la Propiedad Industrial.
Lo anterior debido a que, si bien las materias pueden considerarse relacionadas, protegen ámbitos distintos como son el de la creatividad artística y el industrial.
Lo que para México sería nuevo en otros países latinoamericanos como Perú y Ecuador, ya es una realidad desde hace ya algún tiempo en donde existen organismos que llevan a cabo la protección de la Propiedad Intelectual en su conjunto. Pero las ventajas de haber realizado esa fusión no son evidentes.
Por el momento la inquietud de los organismos como es el caso la Asociación Mexicana para la Protección de la Propiedad Intelectual, ya ha sido expresada directamente a la Presidencia de la Republica y la posición del sector empresarial como de los expertos es que no hay una causa real o
técnica o alguna ventaja evidente que fundamente la fusión de los organismos que comentamos.
